La Chispa de la Vida

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La belleza está en los ojos más que en aquello que miras.

martes, 23 de junio de 2009

Mas divagaciones sobre la noche de San Juan

Hoy nos encontramos frente a la fiesta más celebrada y la que más variaciones de forma ofrece: San Juan. Coincide con el solsticio de verano, dato a tener muy en cuenta. Es una razón por la que ha incorporado ritos y costumbres milenarias.

¿Por qué se celebra San Juan el 24 de junio? El sol ha llegado al cénit anual. En cambio la fiesta del nacimiento del Señor señala la época en que los días empiezan a ser más largos porque el sol asciende y amplía su órbita. Este hecho cosmogológico reliza el deseo expresado por San Juan que dice: «A mí me toca disminuir; a Él toca crecer» y da origen a una conocida sentencia: «De Navidad a San Juan, medio año cabal», aclara nuestro refranero.

Noche de luz, de fuego, de hogueras. San Juan es luminaria que arde y brilla. La fiesta tiene muchos elementos. Sobresalen dos: el agua y el fuego, opuesto el uno al otro. A San Juan se le asocia, lógicamente, con el agua. Él era bautista, el que bautiza con agua.

Este día aseguran que el sol sale bailando. En Galicia se canta: "Madrugada de San Xuan,
madrugada mais garrida,
que baila o sol cando nace
e ricando more o día".


La mañana de San Juan ha sido muy cantada. Versos, canciones, refranes, romances… Lope de Vega en El poder de lo discreto, describe la mañana de San Juan diciendo:
«Aquella hermosa mañana
que todo el mundo celebra,
porque parece que todo
se alegra y se goza en ella».
El agua es un símbolo muy presente en este día. Lope, en El valor de las mujeres, dice:
«Ibase la niña,
noche de San Juan,
a coger los aires
al fresco mar».
El romancero tradicional español, recoge también este símbolo. El bello romance del Conde Olinos, comienza:
«Madrugaba el Conde Olinos
mañanita de San Juan
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar».
En otro conocido romance leemos:
«Quién hubiera tal ventura
sobre las aguas del mar
como hubo el Conde Arnaldos
mañanita de San Juan».
El agua en esta noche purifica al que se baña en el río y al que se moja los pies, las manos y la cara. Y el rostro se embellece enjuagándose con las gotas del rocío. El agua en la madrugada de San Juan, da la fecundidad, el amor y la fortuna.


Otro símbolo de esta noche, es recoger ciertas hierbas antes del amanecer, como el trébol.
«A coger el trébol
la noche de San Juan
a coger el trébol
los mis amores van».
El trébol de cuatro hojas es el que trae suerte. Otras hierbas son la verbena y la hierbabuena.
La verbena fue planta que en sus sacrificios llevaban ritualmente los sacerdotes paganos.
«Al que coge la verbena
la mañana de San Juan
no le picará culebra
ni bicho que le haga mal»

El fuego es otro signo importante en esta noche que desde muy antiguo celebra la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días, iba haciéndose más "débil" —los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno—. Metafóricamente el fuego también tenía una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.

En toda la costa gallega y en muchas poblaciones del interior se celebra el San Xoán, que es además denominación de todo el mes de junio.

Se dice que esa noche mágica se comunican el mundo del Alén (más allá) con el del más acá. Es el momento de espantar los malos espíritus. En San Xoán meigas e bruxas fuxirán.

Las hogueras se encienden llegado el día 24, es decir, pasada la media noche. Se le atribuye protección y buena suerte al hecho de saltar nueve veces una hoguera esa noche (según las poblaciones, el número varía). También nueve veces había que recibir olas en la orilla del mar, para aumentar la fertilidad femenina.

Es importante mencionar las hogueras en la Isla de Arosa ya que cada año en este solsticio más de 50 hogueras se encienden en el lugar, con un ambiente festivo las preciosas playas de arena blanca se llenan de gente a la anaranjada luz del fuego. Por la noche se recogen plantas aromáticas de varias clases que se dejan en agua para lavarse en la mañana siguiente; se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras. Hacer dibujos o manchas esa noche también tenía un carácter clarividente, y también en ese sentido, acostarse con un manojo de hierbas de San Juan hacía que al día despertarse se supiera la identidad de la futura pareja.

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1 comentario:

  1. Recuerdo esta noche como una de las más divertidas para nosotros los niños de hace 30 años. Estabamos desde la mañana preparando la hoguera, recogiamos maderas, cartones, ropa. Nuestros padres por supuesto se encargaban de la comida: los famosos macarrones de S. Juan, que no nos gustaban a casí ninguno, pero no habia remedio. Pero sobre todo, mi recuerdo, es estar en la calle, correr, jugar, asustar a algún mayor que andaba despistado... Ver quemarse lo que habiamos hecho era fascinante: la mágia del fuego y con mucha suerte y algún hermano mayor te podías ir a la playa eso ya era .. e irnos para casa de madrugada. Noche de San Juan

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