La Chispa de la Vida

Grande, pequeño, blanco o rojo intenso,incluso negro y amarillo, suave o rugoso, sorprendente o curioso, aterrador, sugerente, increible, ¡¡¡alucinanteee!!!. Todo está ahí, esperandonos.

La belleza está en los ojos más que en aquello que miras.

sábado, 27 de junio de 2009

Fábula de la Zarigüella y la comadreja

Hubo una vez hace muy, muy poco tiempo, una zarigüeya que tenía su residencia al lado de la madriguera de la comadreja.

Como de todos es sabido la comadreja tiene el don de la inoportunidad; andaba de esa manera que solo saben hacer las comadrejas : avispando, tomando notas, presentándose siempre sin avisar en casa de la zarigüeya, con la buena intención siempre de echar una mano en las tareas de la casa; porque también es sabido de todos que las zarigüeyas siempre están muy atareadas.

La zarigüeya (la llamaremos zari de aquí en adelante, ya que es más familiar y más fácil de escribir) tomó la costumbre cada día, después de realizar sus tareas, de dar un paseo por entre los arbustos de la zona coincidiendo con las visitas que le hacía la comadreja.

La comadreja, que como también es bien sabido de todos no soporta de ninguna manera no ser la única, ni exclusiva, ni dejar de estar al tanto de los acontecimientos, tomó la decisión de ir a investigar y ver qué es lo que ocurría. Se quedo de una pieza: ¡No era posible lo que estaban viendo sus ojos: ¡que zari se olvidara de ella¡ ¡con todo lo que se había sacrificado para echarle una mano y hacerle la vida fácil!

Y es que estando en estas descubrió que su amiga zari, a la que tantísimos favores había hecho, estaba divirtiéndose, jugando y riendo nada más y nada menos, que con don perezoso, ¡como era posible ¡ si nadie quería de verdad al perezoso, era lento, feo, y hasta mordía y todo.

Llevada por la compasión hacia la pobre zari que no había tenido más remedio que hacer migas con el perezoso, comenzó a imaginar mil y una maneras de divertir a zari para que volviera a ser feliz, y disfrutara de la vida con su presencia, ¿cómo si no podría resistir la pobrecilla?.

A tal punto llegaron las cosas que zari un día -harta de estar harta ya se cansó- decidió poner límites a su situación al ver como todos se metían en su vida, la espiaban, la controlaban, y decidían lo que tenía que hacer, se dijo: ¡Hasta aquí he llegado!. Y empezó a vivir su vida sin que nadie más pudiera controlarla.

Comenzó a levantar un enorme muro de ramas alrededor de su madriguera y fue creciendo, creciendo y creciendo y creciendo… hasta tal punto que llegó un momento en que ni pasaba el aire por entre sus ramas; ya no le molestaba el incordiante sol, ni la despertaría la luz de la luna, pero sobre todo nadie controlaría mas su vida.

Hasta el perezoso que intentó escalar el muro cayó de bruces, pero no importa ¡basta ya¡ -Nadie se volverá a meter en mi vida- se dijo zari, contenta y feliz porque por fin era libre, nadie interfería en sus asuntos y además, nadie volvería a controlar su vida.

Moraleja: si no te sientes libre no crees una cárcel en torno a ti. Créala entorno a la comadreja y toma el sol con tus amigos.

San me niego.

Posted by Picasa

2 comentarios:

  1. No has pensado en dedicarte a esto, a escribir fábulas ...lo mismo triunfabas. Lo tuyo es ir tocando todas las teclas. Vale, pues nos reiremos. De todas maneras, la zari, es un poco tonta con mandar la comadreja s tomar viento fresco: arreglado. El problema no es la comadreja ...La verdadera moráleja sería más bien: "Nadar sin guardar la ropa"

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  2. Realmente muchas palabras y redundancia. No moraleja. No veo el problema que querias dar a entender. Al final el cuento termino en una linea, como que ya estabas cansado (a) de escribir sin llegar al punto.

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