¡Como sentía el viento golpeando con fuerza contra la cara¡. ¡Que sensación mecerse al ritmo¡. Dejarse llevar y traer… traer y llevar, acunada sobre los falsos pétalos amarillentos de una buganvilla.
Consciente de su majestuosidad, de la admiración que despierta a su paso, contempla entre divertida y cautelosa la sombra que subrepticiamente ( No hay duda: me gusta la palabreja) se acerca a ella, intentando inútilmente ser sigilosa para no ser detectada. Burdo intento de querer atribuirse el merito de engañarla.
Le observa y ve su cara de asombro, los ojos casi como el de esos bicharracos que por la noche acechan junto a la rama que ella ha utilizado para esperar la nueva luz.
Recuerda… y en ese recuerdo algo quiere instalarse allí muy dentro, entre sus ojos, justo donde la trompa deja depositado el aroma, las sutiles fragancias que irremediablemente se generan cada vez que realiza una libación. Ahí en ese punto se materializa una sombra, un recuerdo, quizás de otra vida: unos ojos también abiertos; pero con una mirada diferente y remarcados por un rictus de entre desagrado y estupor .
¿Cuándo ha visto ella esa mirada?. No es posible, ¿ y ese reflejo en las pupilas?, por Dios ¿qué es eso verde blandiblu que se refleja en ellas?, esa masa amorfa que se desplaza voluptuosamente. No es de extrañar, que criatura mas….¡uf!. Menos mal que, a ella - gracias a Dios- la madre de todas las criaturas supo ponerle el porte altivo de sus alas y la adornó con espectaculares colores escapados del arco iris… menos mal… sin embargo allí está, dentro de ella, marcado a fuego: ese momento íntimo tan suyo en que no era nada, solo el proyecto de …NO ella no es así ella no es esa cosa, ese recuerdo no le pertenece… definitivamente…
Tensando los hombros abre sus alas y se deja elevar hacia las alturas arrastrada por las corrientes hacia otros admiradores asombrados y casi paralizados por el espectáculo de su baile de colores. Mientras el mismo viento se lleva los ecos de la sombra, cámara en mano, al susurrar entre admiración y adoración:- ¿ Cómo es posible una transformación así?. Por suerte para ella, no hay nadie que le pueda traducir…..
Todos tenemos un pasado, hasta las mariposas.
ResponderEliminarLo fantastico es que salen de la crisalida.
No la engañaste.
No pretendi engañarla en ningun momento. Era ella la que no sabía de donde venía, y fué incapaz de verse por dentro no pudo con ello. por un pelo no titule la historia como: Metamorfosis o el monstruo que todos llevamos dentro. Que tetrico hubiera quedao cambiaría la forma de leerlo de principio a final.De hecho así la titule y despues cambié el título.
ResponderEliminarSe que me expreso muy mal
ResponderEliminarpero todo es una reflexion de la mariposa excepto el eco final acerca del cambio.
Madre mía, hay que explicarlo todo. Yo escribo mensajes o flashes más bien, sobre lo que me sugiere el relato. La frase final hacía referencia a un comentario que te hice sobre que yo no las veía y tú me comentaste que era cuestión de olfato; lo recuerdas?. Por esa razón me hizo gracia porque, simplemente, consciente de su belleza: posó para tí
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