La Chispa de la Vida

Grande, pequeño, blanco o rojo intenso,incluso negro y amarillo, suave o rugoso, sorprendente o curioso, aterrador, sugerente, increible, ¡¡¡alucinanteee!!!. Todo está ahí, esperandonos.

La belleza está en los ojos más que en aquello que miras.

viernes, 31 de julio de 2009

El nombre escondido.


Tener nombre no es una vanalidad.

Es ser persona y ser para alguien.

En una especie de juego, que todos mis amigos conocen,

tengo la costumbre de cambiar conscientemente

el nombre a los niños. Es curioso como se rebelan

a que le cambies el nombre,

pero sorprendentemente muy pronto se acostumbran a ese trato

de forma que ya no aceptan otro,

creo que se sienten únicos en su relación.

Luego, cuando crecen y dejan de ser niños recuperan su nombre

y entonces me miran con una sonrisa y quizás algo de añoranza.

PD: El caso más curioso es una Manoli,( su marido se llama Manolo )

A quien llevo diez años llamando así.

Le costó y me dejo por imposible, pero ahora alguna vez que le he llamado Conchi

-que es como se llama-

me dice sonriendo con cara de pícara:

- Manoli, Paco, para ti y solo para ti soy Manoli.

Manoli es una niña que tiene muchos nietos.

1 comentario:

  1. No es ninguna tonteria, ni una vanalidad como dices tú; para mí el caso más curioso fue cuando nació mi primera hija, prematura muy chiquitita y empeñados en que no le pusiera nombre. Para mí era fundamental poder llamarla con el nombre que habiamos pensado para ella: María. Poder tocarla, acariciarla, decirle tonterias ...lo sé, no tiene ninguna lógica. Pero era como decir: existe...es mi hija... no es un neonato...palabra más horrible. Es un ser que respira, siente ...y tiene un nombre. Es mi hija.

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